Dacriocistorrinostomía

La dacriocistorrinostomía, es una intervención quirúrgica con gran avance en los últimos años, por la mejora en el abordaje endonasal con los endoscopios. Presenta resultados similares a otras técnicas empleadas en lo referente a la permeabilidad de la vía lacrimal, sin embargo, tiene unas modificaciones en la técnica quirúrgica que hace que se produzca una mejor recuperación postoperatoria de la mucosa, ya que presenta un carácter más funcional y menos agresivo, mejorando la relación coste-beneficio.

Cuando el paciente presenta una obstrucción de las vías lagrimales, se exterioriza mediante la formación de lágrimas de manera constante, para solucionar este escenario, se realiza esta intervención quirúrgica que consiste en crear un nuevo conducto de drenaje con el tejido del propio paciente. 

Las vías lagrimales están situadas entre el ojo y la nariz, permitiendo evacuar el lagrimeo del ojo, pero debemos tener en cuenta que en ocasiones pueden obstruirse. En caso de no poder drenar las lágrimas por vía interna, se realiza por vía exterior, provocando un lagrimeo constante u ojos llorosos.

Por tanto, mediante esta técnica, se restablece la comunicación entre el saco lagrimal y las fosas nasales, al crear un nuevo conducto. Se trata de una intervención ambulatoria, con anestesia local y sedación o con anestesia general. Generalmente el paciente es dado de alta el mismo día de la intervención.

Preoperatorio

Se llevará a cabo una consulta presencial con el médico especialista. En ella se realizará una exploración física completa y confirmación de patologías previas, así como circunstancias personales o familiares.  De manera general previamente a la intervención se realizarán:

  • Examen oftalmológico completo y examen de la zona palpebral y periocular.
  • Irrigación de la vía lagrimal en consulta, este procedimiento se realiza inyectando una solución salina en la vía lagrimal, para localizar la zona en la que se encuentra la obstrucción.
  • Dacrioescintigrafía, consiste en instilar una gota de un trazador y captar cuál es el recorrido de este mediante una secuencia gammagráfica. Se realiza en algunas ocasiones.

Intervención

La dacriocistorrinostomía es una cirugía recanalizadora. Durante la intervención el médico especialista, coloca en la vía lagrimal una sonda de silicona de forma temporal, estos actúan como molde del nuevo conducto lagrimal, consiguiendo de esta manera que la lágrima pueda drenar bien cuando finalice el postoperatorio. Esta sonda se deberá llevar durante 6 semanas, aunque esto puede variar según el paciente y criterio del especialista. 

Encontramos diversas técnicas de dacriocistorrinostomía, según el acceso o la tecnología empleada, cada una de ellas presenta sus ventajas e inconvenientes, es por ello por lo que se debe valorar cada caso en particular, realizando un tratamiento individualizado:

  • Dacriocistorrinostomía láser, se trata de la cirugía más simple, y con mínimas repercusiones físicas para el paciente, se emplea una fibra óptica en contacto con la pared interna del saco lagrimal, para posteriormente realizar una serie de impactos láser que facilitan la formación del nuevo conducto. Se considera una técnica innovadora, al no producir cicatrices.
  • Dacriocistorrinostomía por vía externa, es la técnica clásica, se efectúa una incisión pequeña e imperceptible en la piel de la base de la nariz.
  • Dacriocistorrinostomía por vía interna (endonasal), la cirugía se realiza por medio de una endoscopia vía nasal, esta técnica presenta diversas ventajas, ya que evita que se realicen las incisiones en la piel, y además permite tratar otras patologías nasales como sinusitis, pólipos…

Postoperatorio

Tras la intervención el médico especialista ocluye el ojo operado del paciente alrededor de 24 horas, para posteriormente proceder a su revisión. Conjuntamente se realiza un taponamiento nasal durante el primer día.

De manera general, el paciente seguirá con un tratamiento antibiótico y antiinflamatorio de forma oral y tópica. Se citará para revisión por el especialista en las 4-12 semanas y también a los 6 meses, para de esta manera ir controlando la evolución de la cicatrización y la permeabilidad de la vía lagrimal. 

Durante los primeros días, principalmente las primeras 72 horas después de la intervención es posible la sensación de cuerpo extraño, ojo rojo, y lagrimeo persistente.

Los resultados se observarán a los dos meses de la intervención quirúrgica.

Dacriocistorrinostomia, Roberto Secondi, Cataluña.
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Preguntas frecuentes

Este tratamiento, se encuentra indicado para pacientes que presentan un lagrimeo intenso, o infecciones repetidas del saco lagrimal.

De manera general, no suelen existir complicaciones, salvo una leve inflamación palpebral que se resuelve de manera espontánea en unos días. Suele ser frecuente la presencia de sangrado o infección.

La complicación más frecuente es que se produzca el cierre del conducto nasolagrimal, por la formación de tejido fibroso, lo que requeriría una nueva intervención.

Este tratamiento es efectivo en la mayoría de los casos, produciendo una disminución importante de la sintomatología del paciente, así como la disminución del lagrimeo y la desaparición de las legañas. No obstante, debemos tener en cuenta la situación individual de cada paciente.

Se deberá valorar cuál es la mejor opción para cada persona. Este tendrá que ser consensuado, con la situación y preferencia del paciente, así como la referencia del médico especialista. No obstante, hay casos en los que la cirugía láser, es la mejor opción al ser una cirugía rápida, sin necesidad de incisiones. De manera que llega a ser una cirugía limpia y segura, con un postoperatorio rápido y sin abundantes signos de inflamación. A pesar de ello, presenta menos tasas de éxitos en contraposición a otras técnicas.  En base a esto la dacriocistorrinostomía por vía externa sigue siendo la más utilizada, a pesar de tener que realizar una incisión, presenta una alta tasa de éxito, obteniendo más del 90% de las veces el resultado esperado.

El 90% de los casos de dacriocistorrinostomía externa son exitosos, así como el 60% de los procesos de dacriocistorrinostomía laser. No obstante, debemos tener en cuenta que ninguna intervención quirúrgica ofrece resultados garantizados absolutos. 

En caso de fallo de la primera cirugía se puede intentar subsanar con una repetición de la operación.