Lagrimal obstruido

La presencia de un lagrimeo constante y excesivo, conocido como epífora desde el punto de vista oftalmológico (comúnmente llamado “ojos llorosos”), constituye uno de los síntomas más molestos para los pacientes. Si la vía lagrimal se encuentra taponada en algún punto de su trayecto, la lágrima rebosa y el paciente llora.

Sin embargo, el lagrimeo continuo y la sensación desagradable que lo acompaña tienen solución. A continuación, te contamos todo lo que necesitas saber sobre la obstrucción del lagrimal y cómo solucionarlo.

Las lágrimas, esenciales para mantener el ojo sano

El buen funcionamiento del aparato lagrimal es fundamental para mantener nuestro ojo en buen estado y sano. Las lágrimas hidratan y lubrican la superficie ocular. Además, nos protegen de la agresión de agentes externos, evitando así la aparición de posibles infecciones.

En aquellos pacientes donde el conducto lagrimal no presenta un funcionamiento adecuado, por obstrucción, se presentará un lagrimeo constante. Al mismo tiempo, se podrá acompañar de enrojecimiento ocular, inflamación, irritación, aumento de la mucosidad o dolor, entre otros síntomas.

Obstrucción del conducto lagrimal, un problema que afecta a la calidad de vida

En algunas ocasiones, con la exposición al frío o al viento, puede ser normal el exceso de lagrimeo. Sin embargo, si persiste, puede generar una sensación de disconfort y malestar que precisa valoración por un oftalmólogo especialista en vía lagrimal. 

Encima de cada uno de nuestros ojos se sitúan las glándulas lagrimales, encargadas de la producción de la lágrima, cuya función es lubricar y proteger al ojo de agentes irritantes externos. La vía lagrimal es un sistema de drenaje que recoge la lágrima desde unos orificios pequeños situados en las esquinas de los párpados (puntos lagrimales) y la canaliza finalmente, a través del conducto naso lagrimal, hasta la nariz.

Una obstrucción del conducto lagrimal ocurre cuando el sistema de drenaje de lágrimas está obstruido de forma parcial o total. De este modo, las lágrimas no pueden ser drenadas por su camino habitual, produciendo, en consecuencia, ojos llorosos, enrojecidos y con tendencia a adquirir infecciones permanentes.

epifora, Dr, Roberto Secondi, Barcelona.
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¿Cuáles son las causas del lagrimeo ocular?

La obstrucción de este sistema de tuberías oculares desemboca, finalmente, en el acúmulo de lágrimas que no encuentran el camino adecuado para ser drenadas. Por ello, nuestro ojo presentará un exceso de agua y no podrá eliminar todos aquellos productos de desecho que no son necesarios.

La obstrucción de la vía lagrimal puede ser debida a diferentes causas (edad, traumatismos en la nariz, alergias nasales, conjuntivitis, tumor), por ello se precisa de valoración por parte del oftalmólogo para definir la conducta a seguir en cada caso.

Síntomas de un paciente con obstrucción del conducto lagrimal

Habitualmente, se presentará acompañado de un exceso de agua en el ojo que determina lagrimeo excesivo y constante, irritación ocular, inflamación a nivel palpebral, secreción blanquecina o mucosa, visión borrosa, maceración de la piel, costras (legañas) en las pestañas e, incluso, dolor si se ha infectado (ya que aumenta el riesgo de padecer infecciones recurrentes).

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Tratamiento del conducto lagrimal obstruido

La cirugía es, habitualmente, la solución óptima al lagrimeo persistente e incómodo provocado por la obstrucción de los conductos lagrimales. Asimismo, cuando ocurren infecciones a este nivel (que se pueden propiciar a consecuencia del exceso de lágrima y que se conoce con el nombre de dacriocistitis), la cirugía también es la solución necesaria en estos casos. 

Las obstrucciones altas o proximales que se localizan en el punto lagrimal pueden ser tratadas con colirios de corticoides, en el caso de que la obstrucción sea por edema (hinchazón) o bien mediante técnicas quirúrgicas a ese nivel con las que ensancharemos el orificio de entrada (puntoplastia, intubaciones con protesis lagrimales) 

Cuando las obstrucciones del sistema lagrimal están localizadas a mayor profundidad, denominadas obstrucciones bajas o distales, requieren siempre un tratamiento quirúrgico conocido como dacriocistorrinostomía, existiendo varias alternativas de abordaje para realizar un nuevo orificio de salida de la lágrima a la cavidad nasal, a fin de superar la obstrucción que se ha creado.

La dacriocistorrinostomía es una cirugía recanalizadora, cuya vía de abordaje variará en función de la técnica empleada y las características individuales y anatómicas de cada paciente.  

La dacriocistorrinostomía puede realizarse por vía externa, a través de una incisión pequeña e imperceptible en la piel, o vía endonasal, a través de la nariz del mismo lado que el ojo afecto. En ciertas ocasiones, también puede realizarse con la ayuda de tecnología láser.

El objetivo primario de la cirugía es crear una nueva via lagrimal que ponga en comunicación el ojo y la nariz. Para lograrlo, habrá que acceder a la nariz a través de una osteotomía (una comunicación por el hueso), juntar las dos nuevas mucosas y poner una intubación de silicona para garantizar la permeabilidad de la nueva vía lagrimal durante los primeros días post operatorios.

La intubación se retira dentro de 4-6 semanas en consulta y sin dolor.

Preparación para la dacriocistorrinostomía

Como parte del estudio previo, se realizará lo siguiente:

¿En qué consiste la operación de los párpados?

Blefaroplastia superior

Con esta técnica, pretendemos reparar el descolgamiento y la flacidez de la piel del párpado superior, que se produce a causa del envejecimiento, por desarrollo excesivo de tejido y la acción de la gravedad. Así, conseguimos tensar la musculatura del párpado y despejar la mirada, obteniendo un resultado de rejuvenecimiento y sensación descansada.

Se trata de una intervención sencilla y de corta duración, en la que se realizan microincisiones a lo largo del pliegue del párpado superior que posteriormente quedarán ocultas en el pliegue natural gracias a las finas suturas intradérmicas.

Blefaroplastia inferior

Esta intervención nos permite resecar las molestas bolsas de los ojos que dan apariencia de hinchazón, eliminando el exceso de grasa que en ellas se acumula.

La técnica se realiza vía transconjuntival, lo que permite retirar los acúmulos grasos sin afectar ninguna de las estructuras del párpado, con la gran ventaja de no presentar cicatriz visible.

Blefaroplastia completa

Consiste en la combinación de las dos técnicas anteriores en aquel paciente que lo necesite.

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Preguntas frecuentes

Si la vía lagrimal se encuentra obstruida en algún punto de su trayecto, la lágrima rebosa y el paciente llora. La obstrucción de la vía lagrimal puede ser debida a diferentes causas (véase edad, traumatismos en la nariz, alergias nasales, conjuntivitis, tumor), por ello se precisa de valoración por parte del médico oftalmólogo para definir la conducta a seguir en cada caso.

Absolutamente sí. Y, además, contamos con técnicas y procedimientos ampliamente extendidos y con gran seguridad avalada.

Los resultados definitivos de la dacriocistorrinostomía pueden apreciarse, normalmente, en un mes tras la cirugía.

La dacriocistorrinostomía se realiza de forma ambulatoria bajo anestesia local y sedación, por lo que el paciente no sentirá ninguna molestia durante el tratamiento. Además, no precisa de ingreso posterior.

Tras la cirugía, se deberá ocluir el ojo donde se realizó la intervención durante 1 día. Asimismo, el paciente deberá tomar un tratamiento antibiótico y antiinflamatorio oral y tópico. 

Hay que evitar esfuerzos físicos y sonarse la nariz durante 1 semana.